viernes, 8 de julio de 2011

MEDICAMENTOS OTC: YA SE INVESTIGA PUBLICIDAD ENGAÑOSA DENUNCIADA POR AAPM

 Fuente: miradaprofesional.com

BUENOS AIRES: La ANMAT abrió un expediente ante la presentación del estudio del Instituto de Políticas de Salud, perteneciente al gremio de visitadores médicos. Buscará determinar si se violan normas vigentes en cuanto a avisos publicitarios de estos remedios. En el mundo, crece la tendencia de los fármacos de venta libre. Cómo controlan otros países la publicidad.

 
La gran repercusión que tuvo el informe difundido esta semana por la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM), que denunció distintas formas de “publicidad engañosa” que varios laboratorios realizan para difundir sus medicamentos OTC o de venta libre, llegó a los organismos de control. Ayer, desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) confirmaron que se abrió un expediente para investigar las irregularidades puestas de manifiesto por el gremio de los visitadores médicos. Desde la entidad dieron más ejemplos de cómo se especula con los remedios y se pone en riesgo la salud de la gente. Cómo se controlan estos avisos en el mundo.

La denuncia sobre irregularidades en la publicidad de medicamentos OTC surgió de un trabajo realizado por el Instituto de Políticas de Salud de la AAPM. Por esto, la ANMAT comenzó a investigar algunos de los avisos usados como ejemplo por la entidad. Así se lo confirmaron a MIRADA PROFESIONAL fuentes del organismo nacional, que depende del ministerio de Salud de la Nación. De comprobarse alguna infracción, afirmaron las mismas fuentes, se procederá a la inmediata suspensión de los avisos en cuestión.

La AAPM presentó su informe sobre “publicidad engañosa en medicamentos de venta libre con el ocultamiento de daños colaterales para la salud” ante la ANMAT, que prometió estudiar cada caso. Los visitadores médicos acompañaron la denuncia con “la exigencia de suspensión de dichas acciones de marketing de la industria farmacéutica que no respetan el derecho a la información sobre consecuencias en la salud de la población y también violan diversas normativas vigentes”.

El Instituto de Políticas de Salud "insiste en la necesidad de un monitoreo previo y no posterior sobre las estrategias farmacéuticas de publicidad que pueden resultar tardío o superfluo ante el cuidado de la salud colectiva”, completó.

A partir de este informe, se pudieron comprobar muchas violaciones a regulaciones y leyes nacionales que rigen sobre la publicidad de medicamentos OTC. En este sentido, la AAPM hizo un nuevo reconto de las normativas que la industria viene violando. La disposición 3186/99, por ejemplo, prohíbe la utilización de frases que "provoquen temor y/o angustia, sugiriendo que la salud de un sujeto se verá afectada en el supuesto de no usar el producto" e inducir "al uso indiscriminado de los productos y a lo que exceda las dosis e indicaciones aprobadas".

También las pautas éticas de la disposición 3186/99 obligan a abstenerse de transmitir como mensaje que el producto publicitado transmite "un falso concepto de ventaja o seguridad" y sin embargo la mayoría de las propagandas transmiten ese mensaje de modo subliminal.

Además, la resolución 627/2007 del Ministerio de Salud de la Nación, estableció como principio general que "la promoción de medicamentos deberá favorecer su uso racional, presentándolos en forma objetiva dentro del marco de sus propiedades farmacológicas". La resolución mencionada pretendía "desalentar las prácticas promocionales que incentivan circuitos comerciales que desvirtúan las buenas prácticas de prescripción y atentan contra el uso racional de medicamentos".

La problemática de la publicidad engañosa se suma a la cada vez mayor oferta de medicamentos OTC en el mundo, cuestionada por distintos actores del sector farmacéutico. Según el Centro de Información de Medicamentos (CIME) del Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, “la tendencia mundial de la industria es ampliar cada día más el número de medicamentos de venta libre, con los cuales la industria se siente libre para publicitarlos y promocionarlos de manera indiscriminada y sin más límites que ‘la creatividad’ de sus publicistas”.

En este sentido, Mariana Caffaratti y Margarita Briñon -integrantes del CIME -recordaron que la disposición 3186/99 fijó las "pautas éticas" y los "criterios objetivos" para los contenidos de la publicidad de fármacos entre los que se mencionan la obligación de presentar sus propiedades "objetivamente y sin engaños o equívocos, brindando información veraz, precisa y clara".
Nuevos controles en España

Ante este flagelo mundial, los distintos organismos buscan mejorar su control en la materia. En este sentido, en España presentó esta semana una nueva guía de buenas prácticas para la publicidad de medicamentos. Según informó en su edición de hoy el diario El Mundo, se trata del primer documento que "aclara y sistematiza los requisitos que debe cumplir la publicidad de los medicamentos de autocuidado y que, además, ha sido elaborado fruto del consenso entre la administración sanitaria, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp).

En declaraciones a la prensa, Alfonso Jiménez, director general de Farmacia y Productos Sanitarios, durante su presentación, el documento “es tan sólo el primer paso”, porque tal y como ha adelantado el responsable de sanidad: "Pretendemos que antes del mes de diciembre esté listo el primer borrador de un nuevo decreto para regular la publicidad de los medicamentos, que actualizaría el de 1994".

De momento, la nueva guía pretende aclarar "los principios, requisitos, limitaciones y demás condiciones en las que se puede realizar publicidad de medicamentos dirigida al público", reza el documento.

La razón de la guía reside en proporcionar información veraz sobre los medicamentos sin prescripción. Pretende asimismo servir para impulsar la automedicación responsable, así como fomentar el uso adecuado de este tipo de medicamentos.

Se trata, en definitiva, de que la información que aparece en la publicidad se base en datos científicos y se exprese en lenguaje comprensible. Por todo ello, debe evitar "los adjetivos o términos absolutos, como máxima, óptima, pefecta o total. También se debe rechazar el empleo de comparaciones con otros fármacos similares o mostrar datos de cuota de mercado".

Los anuncios deberán estar dirigidos a adultos, no a niños, y ajustarse al prospecto. Además, no podrán ser realizados por un fármacéutico, aunque sí podrá aparecer la imagen de una farmacia. Tampoco podrá estar protagonizado por otros profesionales sanitarios o personajes públicos. "Creemos que esto podría incitar al consumo del producto", aclara García Gutiérrez.

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