sábado, 9 de octubre de 2010

DICTAMEN DEL COMITÉ DE LAS REGIONES SOBRE EL TEMA" SOLIDARIDAD EN MATERIA DE SALUD: REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES EN SALUD DE LA U.E."

 

Diario Oficial n° C 232 de 27/08/2010 p. 0001 - 0006


Dictamen del Comité de las Regiones sobre el tema "Solidaridad en materia de salud: reducción de las desigualdades en salud en la UE"
(2010/C 232/01)
- un mayor reconocimiento en la Estrategia Europa 2020 de que la salud y el bienestar son elementos clave para luchar contra la exclusión;
- la posible utilización de los Fondos Estructurales para contribuir a abordar las desigualdades en materia de salud;
- la inclusión de otros indicadores, además de los indicadores de vida saludable, en el seguimiento de la Agenda de Lisboa, especialmente de indicadores que reflejen la brecha en resultados de salud entre los diferentes grupos;
- el reconocimiento de que la actual crisis financiera continuará exacerbando las desigualdades en materia de salud de aquellos ciudadanos de la UE que han perdido el empleo, la vivienda o se ven en situación pobreza. Insta a que se lleven a cabo mayores inversiones en la financiación de programas tales como el Séptimo Programa Marco o Progress a fin de contribuir a que los entes locales y regionales aborden sus desigualdades en materia de salud tanto a corto plazo, cuando concluyan los actuales programas, como a largo plazo, para resolver la cuestión de la creciente brecha existente en materia de salud;
- el reconocimiento y la difusión por parte de la UE de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS y de las respuestas de los gobiernos nacionales a dicha comisión de la OMS;
- el compromiso con el Método Abierto de Coordinación como herramienta para compartir mejores prácticas y comparar resultados a fin de abordar las desigualdades entre los Estados miembros en materia de salud sin socavar los esfuerzos ya realizados en el nivel local y regional.
Ponente : Dave Wilcox (UK/PSE), Miembro del Consejo del Condado de Derbyshire
Texto de referencia :
Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo - Solidaridad en materia de salud: reducción de las desigualdades en salud en la UE
COM(2009) 567 final
I. RECOMENDACIONES POLÍTICAS
EL COMITÉ DE LAS REGIONES
Introducción
1. acoge favorablemente la determinación de la Comisión de apoyar y complementar los esfuerzos de los Estados miembros y de las entidades locales y regionales para abordar las desigualdades en materia de salud de la Unión Europea. El reconocimiento de la magnitud del desafío que representan las desigualdades en materia de salud existentes entre los Estados miembros y dentro de los Estados miembros es un hecho significativo. Se considera oportuna y merece aprobación la opinión de la Comisión de que las desigualdades en materia de salud representan un desafío al compromiso de la UE respecto a la solidaridad, la cohesión social y económica, los derechos humanos y la igualdad de oportunidades. Sin embargo, la Comisión debería haber puesto un mayor énfasis en el objetivo de la "cohesión territorial" recientemente introducido en el Tratado de Lisboa;
2. reconoce y hace suya la definición de "salud" utilizada por la OMS como estado de completo bienestar físico y mental que no corresponde meramente a la ausencia de afecciones o enfermedades;
3. recuerda a la Comisión que el Tratado de Lisboa exige ahora a las instituciones, de conformidad con el artículo 3, que promuevan el bienestar de los ciudadanos europeos;
4. llama la atención de la Comisión sobre el trabajo emprendido por la OMS, del que es autor sir Michael Marmot, titulado "Subsanar las desigualdades en una generación - Alcanzar la equidad sanitaria actuando sobre los determinantes sociales de la salud". El CDR considera que esta obra debe ser un referente clave para la UE a la hora de abordar las desigualdades en materia de salud;
5. acepta la evaluación que hace la Comisión, según la cual el problema de las desigualdades en salud es muy complejo y su evolución depende de múltiples factores, entre los que cabe citar: el reconocimiento de que las desigualdades pueden considerarse a todos los niveles, del europeo al de nuestros vecinos; la existencia de una gradación social y la estrecha relación existente entre salud y riqueza; las consecuencias sanitarias de las desventajas para los grupos vulnerables y socialmente excluidos; y los efectos diversos de las decisiones en materia de política social en la prestación de cuidados sanitarios y apoyo social;
6. acoge favorablemente el equilibrio que logra en gran medida el estudio entre la cooperación europea y la subsidiariedad, de conformidad con el artículo 168 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE); no obstante, señala a este respecto que la reducción de las desigualdades en el ámbito de la salud dentro de los Estados miembros es, también de conformidad con al Tratado de Lisboa, competencia de las políticas sanitarias nacionales;
Contribuciones de la política de la UE para reducir las desigualdades en salud
7. reconoce la contribución que pueden aportar en general las políticas de apoyo de la UE de acuerdo con el objetivo impuesto en el artículo 168 del TFUE, así como en el artículo 35 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE en cuanto a que "Al definirse y ejecutarse todas las políticas y acciones de la Unión se garantizará un nivel elevado de protección de la salud humana";
8. recuerda que el "derecho a acceder a la prevención sanitaria y a beneficiarse de la atención sanitaria en las condiciones establecidas por las legislaciones y prácticas nacionales" está consagrado en el artículo 35 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE;
9. acoge favorablemente los objetivos generales de la estrategia sanitaria de la UE, estrategia que apoya el acceso a la atención sanitaria y la prevención de las enfermedades, y el fomento de una vida saludable;
10. insta a la Comisión a que proporcione al Comité de las Regiones garantías de que la propuesta de directiva sobre aplicación de los derechos de los pacientes a la atención sanitaria transfronteriza tendrá plenamente en cuenta el impacto de las desigualdades en materia de salud en caso de que dicha propuesta se aplique;
11. habida cuenta de la importancia que el artículo 168 del TFUE concede a la mejora de los servicios sanitarios en las zonas transfronterizas, el Comité de las Regiones pide apoyo para las regiones lindantes con los diferentes Estados miembros a fin de que puedan desarrollar acuerdos voluntarios para reducir las desigualdades transfronterizas. El Comité de las Regiones pone de relieve a este respecto las oportunidades que ofrece el instrumento que representa la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) activada ya por varios grupos. No obstante, el Comité de las Regiones considera evidente que deben evaluarse cuidadosamente los acuerdos destinados a ampliar en mayor medida la atención sanitaria transfronteriza con el fin de asegurarse de que el desplazamiento transfronterizo de pacientes no favorezca, en detrimento de otros, a grupos que disfrutan ya de atención sanitaria, exacerbando de ese modo las desigualdades en materia de salud. Es preciso que todas las regiones se comprometan claramente a que los acuerdos transfronterizos ofrezcan un acceso justo a los grupos vulnerables y de pocos recursos que permita una mejora en sus prestaciones sanitarias allí donde los derechos de esos grupos estén en competencia para recursos sanitarios. El acceso transfronterizo a la salud debe ser posible sólo previa autorización, de modo que las personas de rentas modestas tengan igualdad de acceso a los servicios;
12. se congratula de que el papel de la Política Agrícola Común en relación con las cuestiones sanitarias sea valorado, y reconoce la contribución a una correcta nutrición y una vida sana de programas tales como el de distribución de leche en las escuelas, de alimentos para las personas con mayores carencias y de fruta en las escuelas. La distribución de alimentos en establecimientos públicos, como colegios u hospitales, ha de partir de la base de proporcionar productos sanos, nutritivos y procedentes de productores locales, siempre que sea posible. También acoge con satisfacción que se reconozca el impacto que la PAC y otras políticas pueden tener sobre la salud en zonas rurales mediante las intervenciones adecuadas en los factores que determinan la salud desde un punto de vista social. El CDR reconoce que las zonas rurales afrontan desafíos sanitarios específicos: el acceso limitado a la atención sanitaria en las zonas rurales puede dar lugar a desigualdades en materia de salud en algunos Estados miembros; asimismo, el vínculo existente entre economía agrícola y migración puede dar lugar a que existan comunidades con necesidades sanitarias específicas y a desigualdades en materia de salud. En ambos casos, la PAC puede desempeñar un papel en la mejora de las condiciones de vida y es, por tanto, significativa;
13. no está de acuerdo en que sea suficiente decir que la política de medio ambiente de la UE y las políticas de mercado en el marco de la Política Agrícola Común apoyan una serie de iniciativas que pueden contribuir a la mejora de la salud; aunque la PAC posee potencial para contribuir a ello, no está estructurada fundamentalmente para dar prioridad a obtener resultados en materia de salud o resolver desigualdades en materia de salud, y es legítimo considerar el impacto negativo en materia de salud que puede provocar una planteamiento desquilibrado de la producción de productos lácteos y carne en comparación con la fruta y verduras. La reforma de la PAC brindará la oportunidad de examinar de nuevo esos desequilibrios; la importancia de fomentar unos resultados en materia de salud buenos y equitativos debe señalarse en todas las fases del proceso de reforma;
Desigualdades en materia de salud y cuestiones económicas
14. lamenta que la Comisión no aborde plenamente la cuestión del consumo excesivo del alcohol y de otras drogas como factor que deteriora la salud y contribuye a las desigualdades en materia de salud; en lo que respecta al alcohol, el CDR reconoce el especial desafío que plantea esta cuestión a los responsables políticos, los cuales deben sopesar también las consecuencias que el problema tiene en la economía local y territorial y a las que contribuyen aspectos tanto públicos como privados. En este sentido, conviene reconocer que regular el consumo plantea dificultades, pero ello no es razón para pasar por alto sus repercusiones sobre la salud ni para un relajamiento de la vigilancia ante el abuso en el consumo de alcohol y de otras sustancias que pueden alterar el estado psíquico;
15. reconoce que los Estados miembros de toda la UE afrontan una grave crisis financiera y económica, y que ello repercutirá inevitablemente en la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Si bien es cierto que la situación económica puede dar lugar a que se incremente la brecha existente en el plano de la salud, esta situación no debería servir de excusa para no adaptar las políticas a fin de atajar mejor las desigualdades. El fracaso de las instituciones financieras a nivel mundial obliga a los Estados miembros, regiones y municipios a revisar su enfoque a fin de construir comunidades sostenibles. Las políticas excesivamente centradas en la prosperidad económica pueden generar desequilibrios en materia de salud. Aunque las dificultades económicas pueden dar lugar a una menor prosperidad económica, ello no es obstáculo para dar una mayor prioridad a reducir las desigualdades económicas, sociales y en materia de salud. La Comisión tiene ahora, en el contexto del 7PM y de la planificación presupuestaria, la oportunidad de revisar las prioridades y conceder más importancia a las medidas que aborden el tema de la desigualdad;
16. señala que la actual situación de dificultades económicas significa que la dimensión económica de los servicios sanitarios y el impacto económico de una población sana son cada vez más importantes. Los servicios sanitarios poseen importancia como empleadores y generan prosperidad económica a través de sectores asociados, tales como la investigación y la innovación en materia de salud, lo que representa una oportunidad en especial para las economías emergentes. Al mismo tiempo, la desaparición de una parte de la fuerza laboral como consecuencia de fallecimientos prematuros o discapacidades representa una merma de la productividad y un aumento de la presión sobre los sistemas de protección social;
17. respalda el reconocimiento de la importancia de una mejor salud para todos los grupos de población en el contexto del envejecimiento de la población. Los sistemas de protección social están empezando a percibir ya los efectos del cambio demográfico. Aunque la mayor esperanza de vida no puede sino alegrarnos, si los sistemas de protección social han de mantenerse al nivel con el que los europeos cuentan, deberá hacerse más para gestionar la demanda de servicios. Por tanto, es prioritario incrementar la esperanza de vida con buena salud para aquellos cuyas expectativas son peores. Habida cuenta de la magnitud de los cambios socioeconómicos que ocasionará el envejecimiento de la población en la UE, el CDR desea enfatizar la importancia de las labores de investigación y desarrollo orientadas hacia la mejora de los cuidados sanitarios prestados a las personas mayores;
Contribución de la política de cohesión de la UE a la reducción de las desigualdades en materia de salud
18. suscribe la afirmación de que la política de cohesión de la UE es esencial para lograr los objetivos de la Estrategia Europa 2020 de cohesión económica y social y de que puede ser una herramienta poderosa para luchar contra las desigualdades en materia de salud. 2010 representa una oportunidad importante, con el desarrollo y el acuerdo sobre la Estrategia Europa 2020, para considerar la posibilidad de asignar Fondos Estructurales a partir de 2013. El Comité prevé que la estrategia de UE 2020 se centre fuertemente en la lucha contra la exclusión, lo que a su vez se relacionará claramente con las desigualdades en materia de salud;
19. está convencido de que los Fondos Estructurales de la UE pueden ampliar la asistencia sanitaria local como parte de una estrategia de desarrollo regional. Ello debe ser así porque no todos los ciudadanos europeos tienen acceso a las mismas oportunidades, lo que incluye las que se refieren a la salud, lo cual es uno de los objetivos fundamentales de la política de cohesión de la UE y de los Fondos Estructurales;
20. toma nota de los tres ámbitos susceptibles de mejora que señala la Comisión: conocer mejor las oportunidades de utilizar fondos en este ámbito; coordinación entre los diferentes departamentos nacionales y capacidad técnica para desarrollar inversiones en este campo. Sin embargo, no considera que sean precisamente esos tres ámbitos los que deban tener la máxima prioridad en cuanto a mejoras. En concreto, podría tener mayor impacto la coordinación entre las agencias regionales y locales, en los casos en que son las responsables de la prestación directa de servicios. Asimismo, puede suceder que la capacidad técnica exista a nivel nacional pero no en las agencias sanitarias del nivel regional y local y que, por tanto, las intervenciones deban dirigirse al nivel adecuado para obtener los resultados deseados.
Recopilación de datos, seguimiento y análisis
21. apoya la sugerencia de desarrollar mejor el grado de avance hacia la Estrategia Europa 2020 reflejando la importancia de reducir las desigualdades en materia de salud. El indicador de esperanza de vida con buena salud proporciona una medida de los resultados en materia de salud, pero debe complementarse con medidas que reflejen la importancia de reducir la brecha entre las personas más sanas y los menos sanas;
22. acepta la apreciación de que existen variaciones de un Estado miembro a otro a la hora de compilar y analizar datos. El desarrollo, por parte de Eurostat, de indicadores relacionados con la salud resulta útil. Asimismo considera que el apoyo mutuo de los Estados miembros mediante la transferencia de conocimientos técnicos para la mejora de la asistencia sanitaria de la población es un medio eficaz para reducir las desigualdades en salud entre Estados miembros;
23. insta a la Comisión a que reconozca la especial dificultad que plantea hacer un seguimiento de los resultados en materia de salud de los inmigrantes y de las comunidades de inmigrantes. Es probable que las poblaciones en tránsito o los inmigrantes presenten peores resultados en materia de salud y pueden encontrarse con obstáculos específicos para acceder a prestaciones sociales. La Comunicación considera a los inmigrantes un grupo vulnerable. Para lograr un seguimiento eficaz de los datos debe tomarse en consideración a los retos específicos que presenta el seguimiento de los resultados en materia de salud cuando los grupos de población son inmigrantes o se hallan en tránsito;
24. insta a la Comisión a que reconozca las desigualdades en materia de salud basadas en el género y a respaldar la recolección, seguimiento y análisis de información en materia de salud diferenciada en función del sexo así como de estadísticas sobre cuestiones de género. Especial atención merece el derecho de las mujeres y los hombres a la atención sanitaria preventiva, con vistas a salvar eficazmente las desigualdades existentes entre los distintos Estados miembros y dentro de ellos;
El papel de los entes regionales y locales
25. se congratula de que sea reconocido el papel que desempeñan los entes regionales y locales, tanto a la hora de facilitar resultados en materia de salud, como en la prestación de servicios que condicionan los determinantes sociales de la salud;
26. propone que se conceda más importancia al papel que desempeña la acción local para promover modos de vida saludables e impedir las condiciones que conducen a una mala salud. Algunas regiones ya han desarrollado sus propias estrategias para cumplir los objetivos citados en la Comunicación y para definir un marco de la política general de fomento de la salud. El Comité insiste en que los programas educativos de fomento de la alimentación y los hábitos saludables en las escuelas son esenciales. Existen numerosas agencias que pueden contribuir a una acción preventiva más contundente, pero en muchos casos una prevención eficaz exigirá una acción a nivel absolutamente local adaptada a la medida de las necesidades de comunidades específicas. Aunque la naturaleza de los problemas que conducen a una mala salud pueden ser comunes a los distintos Estados miembros, la difusión de mensajes en favor de una vida saludable suele exigir intervenciones a pequeña escala que se basan en un conocimiento de las circunstancias locales. Estas intervenciones pueden ser eficaces en localidades situadas en lugares distantes de diferentes Estados miembros: zonas que se hallan separadas geográficamente pueden afrontar problemas semejantes, tales como un elevado nivel de desempleo por el cierre de la industria pesada. Las intervenciones futuras deberían aspirar a poner en contacto a pequeñas comunidades de un extremo a otro de la UE que afrontan desafíos semejantes que pueden no ser compartidos con regiones vecinas más cercanas. La colaboración a nivel nacional puede resultar ineficaz a la hora de extraer enseñanzas sobre planteamientos que son eficaces en comunidades especialmente pequeñas;
27. apoya enérgicamente la opinión de la Comisión de que la mejora del intercambio de información y la coordinación de políticas entre diversos niveles de gobierno y diversos sectores puede generar una acción más eficaz y lograr un impacto más amplio y consistente. El Comité desea proponer que esa opinión se exprese de manera más contundente: no basta con decir que esa coordinación e intercambio de información pueden generar una acción más eficaz y lograr un mayor impacto, sino que es preciso señalar que constituye un requisito previo importante para la reducción de las desigualdades en materia de salud. El compromiso en la reducción de las desigualdades en materia de salud ofrece una excelente oportunidad a los Estados miembros para valorar el nivel de cooperación dentro de sus fronteras e inspirarse en los Estados miembros que han tenido mayor éxito en la creación de asociaciones entre distintos niveles de gobierno y diversos sectores;
Estructuras de cooperación a nivel de la UE
28. reitera el interés, ya demostrado previamente por el Comité de las Regiones, de dar relevancia a la cuestión de las desigualdades sanitarias en la cooperación regional en materia de salud. El Comité de las Regiones se ha comprometido con el principio de una interacción estructurada liderada por los miembros del Comité. El Comité está también interesado en servirse de esa interacción estructurada para proceder a una colaboración con la DG SANCO y sus trabajos sobre desigualdades en materia de salud;
29. considera que la interacción estructurada del Comité de las Regiones debe verse complementada por su representación en los comités y grupos de trabajo de la UE que se ocupan de temas de salud. Aunque a los Estados miembros se les reconoce la discrecionalidad para designar a los representantes que asisten a estos grupos de trabajo, sería beneficioso revisar los avances que se han realizado a nivel local y regional en relación con la lucha contra las desigualdades en materia de salud;
Grupos vulnerables
30. se congratula de que se reconozcan las necesidades de los grupos vulnerables, así como la especial atención que debe darse a las personas en situación de pobreza, los grupos de inmigrantes desfavorecidos y los pertenecientes a minorías étnicas, las personas con discapacidad, las personas mayores y los niños que viven en la pobreza;
31. pide que se tengan en cuenta las necesidades de otros grupos vulnerables, particularmente en los casos en que se puedan prever desigualdades en materia de salud. Comprender la naturaleza cambiante de la sociedad y de las desigualdades que surgen como consecuencia de ello es vital para abordar la desigualdad evitable. Esto puede incluir las necesidades de los adultos que viven aislados como resultado de una ruptura familiar, de las personas privadas de libertad, de las personas que reciben cuidados en centros o de las personas que viven en zonas rurales con una base económica menguante. También debe tenerse en cuenta la importancia de comprender las influencias sociales y culturales que prevalecen en diferentes grupos comunitarios, a causa de la relevancia que pueden tener en los comportamientos individuales;
32. pone de relieve que la acción para apoyar a grupos vulnerables debe reconocer la ambigüedad del término "migrantes". Por lo que respecta a las desigualdades en materia de salud, cualquier movimiento de población – al margen de que el desplazamiento se haya producido dentro de la UE o proceda de terceros países – puede dar lugar a desventajas sociales, a un acceso deficiente a las prestaciones sociales y, por tanto, a desigualdades en materia de salud. Los grupos de población que se han desplazado dentro de la UE tienen un acceso desigual a servicios tales como la vivienda, y pueden convertirse en grupos de personas sin techo. El hecho de carecer de vivienda puede tener repercusiones graves sobre la salud. Deberían tomarse medidas concretas para evaluar los resultados en materia de salud de las poblaciones que se desplazan dentro de la UE;
Papel de los entes regionales y locales en la financiación y la prestación de servicios
33. considera que cuando las entidades locales y regionales disponen de un flujo de fondos destinado a sanidad debería reconocérseles flexibilidad a la hora de decidir si centrarse en desarrollar competencias, conocimientos y la capacidad de las agencias que prestan los servicios o bien en desarrollar infraestructuras de cuidados sanitarios. Aunque la inversión en infraestructuras sanitarias puede ser prioritaria para algunos Estados miembros y algunas regiones o localidades que carecen de infraestructuras desarrolladas, en otras zonas con desigualdades significativas en materia de salud, las infraestructuras sanitarias sí están bien desarrolladas. En estas zonas podría ser necesario dirigir la inversión a un nivel más local para desarrollar competencias, conocimientos y capacidad en las agencias de servicios sanitarios y en la población local;
34. señala que, aun reconociendo que la aplicación a nivel nacional de la legislación de la UE sobre salud y seguridad en el trabajo contribuye a las desigualdades en materia de salud al proteger la salud de los trabajadores, las entidades regionales y locales pueden también tener un papel que desempeñar a la hora de modelar las mejores prácticas en materia de empleo. Esto afecta a las entidades, no solo por ser importantes empleadoras en sus regiones y localidades, sino también por su capacidad de influir en la práctica del empleo de otras organizaciones y partes interesadas en sus regiones y localidades;
35. recuerda su solicitud en favor de una mayor seguridad jurídica para quienes prestan servicios sociales de interés general en relación con las normas de competencia de la UE y espera que la Comisión recoja esta propuesta en su programa de trabajo de 2010. Señala a este respecto el compromiso del Presidente de la Comisión Europea de elaborar un marco de calidad para los servicios públicos;
Recomendaciones
El Comité de las Regiones recomienda:
36. un mayor reconocimiento en la Estrategia Europa 2020 de que la salud y el bienestar son elementos clave para luchar contra la exclusión;
37. la posible utilización de los Fondos Estructurales para contribuir a abordar las desigualdades en materia de salud;
38. la inclusión de otros indicadores, además de los indicadores de vida saludable, en el seguimiento de la Agenda de Lisboa, especialmente de indicadores que reflejen la brecha en resultados de salud entre los diferentes grupos;
39. el reconocimiento de que la actual crisis financiera continuará exacerbando las desigualdades en materia de salud de aquellos ciudadanos de la UE que han perdido el empleo, la vivienda o se ven en situación pobreza. Insta a que se lleven a cabo mayores inversiones en la financiación de programas tales como el Séptimo Programa Marco o Progress a fin de contribuir a que los entes locales y regionales aborden sus desigualdades en materia de salud tanto a corto plazo, cuando concluyan los actuales programas, como a largo plazo, para resolver la cuestión de la creciente brecha existente en materia de salud;
40. el reconocimiento y la difusión por parte de la UE de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS y de las respuestas de los gobiernos nacionales a dicha comisión de la OMS;
41. el compromiso con el Método Abierto de Coordinación como herramienta para compartir mejores prácticas y comparar resultados a fin de abordar las desigualdades entre los Estados miembros en materia de salud sin socavar los esfuerzos ya realizados en el nivel local y regional.

Bruselas, 14 de abril de 2010.
El Vicepresidente primero del Comité de las Regiones
Ramón Luis Valcárcel Siso

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