miércoles, 13 de abril de 2011

LA COMISIÓN EUROPEA FIRMA UN ACUERDO PARA DISIPAR DUDAS SOBRE LAS ETIQUETAS INTELIGENTES

Fuente: euroalert.net
El uso de etiquetas inteligentes ha aumentado considerablemente -en Europa existen aproximadamente mil millones-  pero aún suscitan inquietud en cuanto a sus repercusiones en la protección de datos e intimidad. Por este motivo, la Comisión ha firmado un acuerdo con diversos agentes institucionales, sociales y empresariales para establecer directrices que permitan afrontar las consecuencias del uso de estas etiquetas.
Las etiquetas RFID (dispositivos de identificación por radiofrecuencia) se encuentran en teléfonos móviles, ordenadores, frigoríficos, libros electrónicos y coches ofrecen numerosas ventajas potenciales a las empresas, los servicios públicos y los consumidores. Entre estas podrían citarse la mejora de la fiabilidad de los productos, la eficiencia energética y los procesos de reciclado. Un ejemplo característico es el pago de peajes sin tener que detenerse en las cabinas lo que conlleva a la reducción de la huella ecológica de los productos y servicios.

Por otro lado, estas etiquetas presentan también riesgos potenciales para la intimidad, la seguridad y la protección de los datos. Por ejemplo, figura la posibilidad de que un tercero acceda a nuestros datos personales -como los relativos a nuestra ubicación- sin nuestro permiso.
El acuerdo voluntario «Marco para la evaluación del impacto sobre la protección de los datos y la intimidad de las aplicaciones RFID», pretende asegurar la intimidad de los consumidores ante la introducción masiva de estas etiquetas. Este establece por vez primera en Europa una metodología clara para evaluar y reducir los riesgos en los sectores que más las utilizan, el trasporte, la logística, el comercio minorista, la venta de billetes, la seguridad y la atención sanitaria. El Parlamento Europeo ya pidió el pasado mes de junio una mayor vigilancia de los derechos de los usuarios en cuanto al uso de esta tecnología.
Este nuevo acuerdo marco forma parte de una Recomendación de la Comisión adoptada en 2009 en la se sugería que las etiquetas se deberían de desactivar de manera automática, inmediata y gratuita, salvo que el consumidor acepte explícitamente otra cosa. Esta sugerencia se enmarca dentro de las medidas preventivas que persigue este acuerdo puesto que, aunque algunos lectores de RFID son muy útiles  como es el caso de los utilizados en muchos hospitales para el control de inventarios y la identificación de pacientes, también pueden generar preocupaciones relativas a la seguridad y la intimidad. Por tanto, el acuerdo ofrecerá más protección a los ciudadanos y a los consumidores europeos y además ofrece a las empresas la seguridad jurídica de que el uso que realicen de las etiquetas RFID es compatible con la legislación europea sobre intimidad.

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