| En
el salón Dorado de la legislatura porteña, y con la presencia de
autoridades sanitarias y especialistas, la Confederación Farmacéutica
Argentina (COFA) realizó hoy la jornada “La sociedad y el uso
responsable de los medicamentosa”, un evento para alertar sobre el
aumento de la automedicación y el abuso de los fármacos. Durante la
misma, la entidad -que reúne a las farmacias de todo el país -presentó
los resultados de una encuesta donde se denuncia el aumento de la
automedicación, con los peligros que esto conlleva. Durante la misma, se
presentó un trabajo realizado en estados Unidos sobre la materia, donde
se alcanzó el concepto de “biomedicalización”. El cierre permitió un
debate sobre el rol de los profesionales.
La apertura estuvo a cargo del titular de la COFA Ricardo Aizcorbe y el
titular de la comisión de Salud de la legislatura porteña, Jorge Selser.
En su discurso, Aizcorbe aseguró que en materia de uso de medicamentos,
“la situación es verdaderamente preocupante”. “Consideramos que es
nuestro deber como profesionales de la salud, como funcionarios, como
legisladores, como referentes, actuar, intervenir de algún modo, desde
nuestro lugar para cambiar una tendencia que ya es alarmante y que va a
ir profundizándose”, aseguró el farmacéutico oriundo de Mendoza.
Para el titular de la COFA, este aumento de consumo irracional “fue el
gran éxito de algunos laboratorios: hacernos creer que un medicamento
sólo tiene efectos benéficos y que puede solucionar todo”, y le reclamo a
los presentes -farmacéuticos con distintas responsabilidades y
autoridades -“poner un freno a esta carrera alocada de consumo de
medicamentos porque sabemos cuáles son las consecuencias para nuestros
pacientes y para el sistema de salud”.
“No hablamos de negarle un medicamento a nadie. La accesibilidad es muy
importante, pero con control profesional. Hablamos de regulación y de
hacer cumplir las leyes vigentes. Todos. De poner las cosas en su lugar:
la prescripción en manos del médico y el odontólogo, la dispensación de
manos del farmacéutico”, ratificó Aizcorbe.
Durante la jornada, además de debatir sobre la problemática, se
presentaron los resultados de una encuesta sobre este tema (ver notas
secundarias) y se analizó un trabajo realizado en Estados Unidos, donde
se habla de esta materia delicada. “Los argentinos no tenemos dinero
para desperdiciar ni tenemos dos estómagos, ni cuatro riñones, ni dos
hígados como para desechar el que esté arruinado por tomar cualquier
cosa, de cualquier forma”, remarcó el farmacéutico.
En este sentido, la COFA apunta a un “cambio cultural”, que permita
desmitificar estas ideas impuestas por la industria, que hacen pensar
que los remedios son inocuos, y que todos podemos consumir lo mismo.
“Como alguna vez dijo Carlos Damin, aquí presente, ¿Con qué derecho una
madre le va a decir a su hijo que no tome drogas si tiene la vida
medicada?”, recordó.
Aizcorbe dijo que en la apertura de la jornada que no hay que confundir
“uso racional con acceso”, y que en muchos casos esta tendencia atenta
contra el acceso de ciertos tratamiento.
Por su parte, Selser criticó el veto de la ley de venta de medicamentos
sólo en farmacias, uno de los caminos para el abuso. Recordó que
“Mauricio Macri vetó esta norma aprobada por la legislatura”, y que eso
es parte del problema. Por eso, hoy en la ciudad de Buenos Aires sigue
habiendo medicamentos en kioscos u ofrecidos por cadeneras en góndolas,
contra lo que dice la norma nacional. Por esto, valoró el rol del
farmacéutico, y pidió recuperar esa figura como “agente sanitario”.
Durante la apertura, Aizcorbe aprovechó para anunciar que el
Observatorio de la COFA “ha comenzado a monitorear el precio de los
medicamentos para tratamientos especiales, que son un grupo de
medicamentos de alto costo cuyo precio no aparece en el Manual
Farmacéutico, estando hasta ahora en una nebulosa que ha permitido
diversas especulaciones”.
Medicalización y capitalismo
Luego de la palabras de apertura, llego el turno de Celia Iriart, una
reconocida especialista, quien relacionó el aumento de la medicalización
con el auge de la industria farmacéutica y su negocio. Profesora de
Políticas de Salud en el Programa de Salud Pública del Departamento de
Medicina Comunitaria y Familiar de la Universidad de Nuevo México,
Iriart presentó “Disputas capitalistas y biomedicalización: la
(re)creación del consumidor de salud”, un exhaustivo trabajo realizado
en Estados Unidos de cómo los laboratorios van incorporando medicamentos
a la vida diaria.
El trabajo de la especialista se basó en desenmascarar las estrategias
de las farmacéuticas para aumentar la venta de medicamentos, “penetrando
la subjetividad de las personas”. Junto con colegas de Brasil, Iriart
rastreó como el uso de Internet, las campañas publicitarias y un cambio
en el modelo de mercado hizo que se profundizara la forma en que la
industria incorpora fármacos a la vida cotidiana.
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FUENTE: miradaprofesional.com
“Los laboratorios usan todo lo que tiene a mano, en Brasil impulsan las
demandas judiciales de pacientes que le reclaman a la justicia por
tratamientos experimentales, y que una vez que se dan para una personas
son viables para todos. De esta forma presionan para que se cubran estos
medicamentos”, recalcó.
Además, dijo que en los medios “cada vez ocupan más espacio las noticias
de salud”, y que muchas veces detrás de estos están las farmacéuticas.
El rol de Internet potenció este mensaje, con un alto porcentaje de
venta en ese rubro. En este sentido, recordó que algunas páginas, que
esconden detrás el auspicio de la industria, llega a millones de
personas, haciendo ese mensaje muy maleable.
Durante la presentación, Iriart desarrollo el concepto de
“biomedicalización”, como una instancia superior de la medicalización
que se viene denunciando desde el sector farmacéutico independiente.
Para la especialista, la biomedicalización es “una forma sutil de
control que aparece como natural”, y que pasa del control de la
naturaleza al control del propio cuerpo y el propio espacio.
“Este control aparece como deseos personales, por eso apuntan a los
llamados ‘trastornos de estilo de vida’, pero también abarcan espacios
aparentemente menos manejables, como los foros de pacientes, donde
detrás de ellos suelen estar los laboratorios”, dijo Iriart. “En el
tiempo de la biomedicaclización, el estado de salud y bienestar está
guiado por reglas más allá de lo individual, y tiene una visión
hedonista del cuerpo”, concluyó la especialista.
Luego de presentar la encuesta y recordar la experiencia del año pasado
“Nodolem”, donde se repartieron supuestos medicamentos (eran golosinas)
en ocho puntos de la Ciudad de Buenos Aires, sin que la gente te
preguntara su origen o su posible daño, farmacéuticos y autoridades
debatieron sobre esta problemática, y prometieron seguir con este tipo
de acciones para fomentar el uso racional y revalorizar el rol del
profesional en la farmacia.
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