MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS)  Los  farmacéuticos están desmotivados, una situación que irremediablemente  tiene consecuencias a la hora de desarrollar una labor asistencial, y  esto, según explica la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia  Comunitaria, Marichu Rodríguez, es debido a los recortes económicos y  medidas de contención del gasto farmacéutico que en los últimos 12 años  han llevado al colectivo a una situación de "desastre" económico.  
Con  motivo del 10 aniversario de la creación de la organización, en una  entrevista a Europa Press, Rodríguez afirma que "no hay que centrarse  sólo en la medidas presupuestarias producidas en el último año". Los  Decretos de racionalización del gasto farmacéutico con cargo al Sistema  Nacional de Salud de 2010, "son sólo una gota más en una cadena de  decisiones y de situaciones que se han producido en los últimos 10 o 12  años", ya que hay que sumar la rebaja de márgenes, las medidas a la  industria y distribución farmacéutica, etc.
Alrededor  de 5.000 farmacias están en una situación "realmente grave", según uno  de los últimos estudios de la Sefac y es que, en contra de la idea  generalizada, señala, "los farmacéuticos no son ricos potentados con el  riñón forrado". 
A  su juicio, desde las distintas Administraciones y en los últimos años,  se debe de tener la idea de que la farmacia es capaz de absorber las  medidas económicas de recorte de los gastos, sin embargo, advierte,  sobre todo, "las farmacias medianas y pequeñas, están en una situación  dramática, eso lleva al desanimo y a la falta de ganas de luchar".
No  obstante, a pesar de que "hay mucha desmotivación", la Sefac está  recibiendo más socios que nunca. El motivo, según su presidenta, es que  "la gente ve que el modelo que es ha desarrollando hasta ahora no lleva a  nada". "La gente puede estar mirando a Sefac como otra opción  profesional, y quizá como la única salida posible en un momento de  crisis", apostilla.
FARMACÉUTICOS: UN SANITARIO MÁS
"SEFAC  es una asociación de carácter científico-profesional, independiente,  sin ánimo de lucro, de ámbito estatal e integrada por los poseedores de  título universitario oficial de Licenciado, Grado, Master o Doctor en  Farmacia que ejercen su actividad en farmacia comunitaria o tienen  interés por colaborar con ella", señala la organización en su web  oficial, y el motivo de su creación se asienta en "un concepto de la  farmacia más asistencial", explica Rodríguez.
En  esta base se incorpora una de sus principales reivindicaciones que es  ser considerados como un sanitario más. "Entre todos hemos ido  consiguiendo que se nos reconozca ese papel sanitario del farmacéutico,  pero estamos todavía muy lejos de lo que quisiéramos; falta mucho por  hacer y estamos en ello", señala.
En  este sentido, recuerda que en este momento saben que cuentan con el  reconocimiento de las Administraciones central y autonómicas, "pero en  el plano teórico", ya que "falta que se concrete en actuaciones puntales  y se reconozca una mayor integración con respecto a la Atención  Primaria". De algún modo, añade, "falta pasar a la acción, no sólo que  se nos reconozca que podemos colaborar en la atención sanitaria".
Falta  por tanto aumentar su papel en Atención Primaria, siendo reconocido  como un profesional más del equipo que está atendiendo al paciente, de  modo que se aumente la relación o sea más fluida con el centro de salud.  No obstante, esta cuestión, que ya se produce de manera asilada, cuenta  por el momento con la "voluntariedad del farmacéutico". 
Esta  posibilidad, a su juicio, beneficiaría considerablemente a todos, al  paciente porque se le tendría mejor controlado; a la Administración  porque se reducirían las urgencias por mala administración de  medicamentos; y al médico-enfermero porque tendría un canal de apoyo de  información para el paciente.
SEGUIMIENTO FARMACOTERAPÉUTICO
Ante  la crisis por la que está pasando el sector, manifiesta no tener  soluciones aunque aporta una: el pago por servicios. A su entender,  sería beneficioso para todos planteárselo, ya que, como comentaba  anteriormente, "la farmacia esta haciendo muchas veces cosas por pura  voluntariedad, y no se les está remunerando; y eso son las cosas que  hacen a los profesionales tirar la toalla".
Un  ejemplo claro es el caso del seguimiento farmacoterapéutico, que "hace  unos años se hacía más en las farmacias que en estos momentos". "Está  demostrado que este seguimiento ahorra dinero al SNS y que una buena  gestión de los medicamentos evita que la gente tenga que acudir a  Urgencias", añade para recordar que, según estudios recientes, un 30 por  ciento de los pacientes en Urgencias son opor problemas relacionados  con la medicación y, de ellos, entre el 70 y 80 por ciento serían  evitables con un seguimiento. 
Asimismo,  añade, es necesario rebajar la carga burocrática a la que tiene que  hacer frente un farmacéutico, por ejemplo, a la hora de realizar una  receta. "Son una serie de trabas absurdas que poco ahorran al sistema" y  que reducen el "tiempo y las ganas" del farmacéutico para dedicarse a  una atención completa del paciente.
Por  este motivo, es tan importante la implantación de la receta  electrónica. "Hay muchas cosas que mejorarían", explica, al tiempo que  hace referencia a la posible futura relación con el médico.  Precisamente, la SEFAC desarrolló el pasado año un decálogo sobre este  tema en el que señalaba la necesidad de que se asegurará el acceso a la  información clínica necesaria del paciente para que el farmacéutico  pudiera realizar sus funciones legalmente atribuidas.
EL CATÁLOGO GALLEGO: "INCONSTITUCIONAL"
En  otro orden de cosas, la presidenta de la Farmacia Comunitaria se  muestra incrédula con el ahorro que pueden producir los medicamentos en  unidosis. A su juicio, la propuesta del Ministerio de Sanidad, Política  Social e Igualdad, con la que se prevé ahorrar 300 millones de euros, es  "innecesaria", ya que "la mayor parte de las presentaciones están  bastante bien adecuadas a las necesidades del paciente".
Además,  añade, "el problema del despilfarro no está en que al paciente le  sobren cuatro pastillas, sino que la gente acumula medicamentos que no  usa". "Cuando se hace una revisión del SIGRE se te cae el alma a los  pies; hay medicamentos sin caducar, cajas enteras, y es dinero del  Estado que se va a la basura", explica.
Respecto  al catálogo priorizado de medicamentos gallego recurrido por el  Gobierno, muestra su satisfacción por la decisión tomada desde el  ministerio que depende de Leire Pajín. Para Rodríguez, el catálogo es  inconstitucional, ya que "hace a los ciudadanos gallegos de segunda con  respecto al resto de ciudadanos".
Finalmente,  sobre su interés por ser un interlocutor científico de referencia,  recuerda su estrecha colaboración con colegios profesionales,  universidades, empresariales, industria y distribución. "Los proyectos  de investigación y formación están siempre en marcha", explica, al  tiempo que se muestra optimista en este campo en el futuro, ya que  esperan crecer gracias a los nuevos grupos de trabajo que están  formando.
 
 
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