lunes, 17 de marzo de 2014

LA ANMAT APRUEBA UN NUEVO MEDICAMENTO PARA TRATAR LAS RECAÍDAS EN PACIENTES CON MIELOMA MÚLTIPLE

Fuente: miradaprofesional.com
BUENOS AIRES, marzo 17: La entidad aprobó el uso de carfilzomib, un fármaco de la categoría de los inhibidores de proteosomas, para personas que no responden correctamente a los medicamentos de primera línea. Se estima que en el país hay unos 1500 casos nuevos de este tipo de cáncer de médula ósea. Los especialistas afirman que los nuevos tratamientos aumentan las esperanzas de vida de los pacientes.
Con una incidencia fuerte en países como Estados Unidos y España, el mieloma múltiple es uno de los cánceres de médula ósea más frecuentes en el país. Más frecuentes en mayores de 65 años, esta enfermedad causa unos 1500 casos nuevos en el país. Muchas veces, los pacientes mejoran en un primer momento, pero luego sufren una recaída en su estado de salud. Para esos casos, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) acaba de dar luz verde a una nueva alternativa terapéutica para el mal, un fármaco recetado para los pacientes que no reaccionan bien a ante los tratamientos convencionales.


Una de las particularidades de esta patología es que suele responder bien a las drogas llamadas de "primera línea", pero con el paso del tiempo suelen aparecer remisiones que obligan al hematólogo a buscar nuevas opciones. Y ahí es donde aparece el medicamento recientemente aprobado: el carfilzomib: un fármaco que pertenece a la categoría de los inhibidores de proteosomas. Según la reciente resolución de la ANMAT, por ahora se lo aprobó para "el tratamiento de pacientes con mieloma múltiple que han recibido al menos dos tratamientos previos, incluyendo bortezomib y un agente inmunomodulador, y que igualmente han demostrado progresión de la enfermedad durante los primeros 60 días mientras recibían la terapia prescripta o al finalizarla".

Hoy, los especialistas aseguran que tomada a tiempo el mieloma tiene una esperanza de vida cercana a los 8 años. Esto, que puede parecer poco, le da grandes esperanzas a los hematólogos, ya que hace apenas 20 años estos pacientes tenían una expectativa de no más de 2 ó 3 años. "Lo que hemos visto mejorar los tratamientos desde comienzos del siglo XXI, con la introducción de nuevos fármacos, más efectivos y de menor toxicidad es increíble", se esperanza María Victoria Mateos, consultora especialista del Departamento de Hematología en el Hospital Universitario de Salamanca,España..

Hoy, globalmente, se calcula que cerca de 210 mil personas viven con mieloma múltiple y aparecen cada año uno 100 mil nuevos casos, llegando a representar el 1% de todos los tipos de cáncer diagnosticados. Extrapolando estas cifras a un país como Argentina, "todo indica que hay alrededor de unos 1500 pacientes que reciben el diagnóstico de mieloma múltiple año tras año", resume Dorotea Fantl, Jefa del Servicio de Hematología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Uno de los problemas que rodean a esta enfermedad es que no se conocen sus causas ni hay pistas para entender su origen. "Se trata de neoplasias que se producen por alteraciones genéticas que afectan a las células plasmáticas que se fabrican en la médula ósea", detalla Mateos. "Pero no se sabe la razón de porqué esas células plasmáticas normales se convierten en tumorales".

Identificar al mieloma no siempre es fácil. Si bien hay análisis bioquímicos que lo encuentran, no es usual buscarlo, porque muchas veces los síntomas se presentan cuando la enfermedad está avanzada. Las alertas usuales incluyen: anemia, insuficiencia renal, hipercalcinemia, dolores de espalda y fracturas.

Los síntomas del mieloma múltiple se derivan de la proliferación descontrolada de las células plasmáticas en la médula ósea. Dichas células desplazan a las células normales, originando un cuadro de anemia con su sintomatología acompañante (cansancio, palidez, taquicardia, sofocos, etc.). Como también se verá afectada la serie blanca en la médula ósea, aparecen infecciones de repetición.

También se producen intensos dolores óseos y a veces fracturas espontáneas de los huesos. Se debe a la activación de los osteoclastos mediada por una serie de citocinas. Se produce una osteolisis sin regeneración ósea. Por lo tanto, al hacer una gammagrafía ósea no veremos focos calientes, a diferencia de metastasis óseas o fracturas, donde se verá una hipercaptación del isotopo radiactivo.
 

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