domingo, 20 de enero de 2013

EL SEGUIMIENTO ACORTA LA DISTANCIA DEL ACCESO AL MERCADO ENTRE EL MUNDO CLÍNICO Y EL REAL

Por
Ana María Arboleda. Directora General. Atlantis Healthcare España

Fuente: pmfarma.com

Para Ana María Arboleda, la fase de Market Access en el ciclo del producto farmacéutico es absolutamente decisiva para asegurar el éxito comercial de un medicamento. Esto supone conseguir la participación de las partes interesadas pertinentes, no sólo de los pagadores, en el momento adecuado con el mensaje adecuado. Un programa de adherencia de pacientes bien diseñado puede ayudar ya que aporta valor añadido para los pacientes, los profesionales sanitarios y los pagadores.
Si bien el uso del término Market Access está muy extendido dentro del mundo farmacéutico, su significado varía según las personas. Tradicionalmente, se centraba en el pagador y en la negociación de un precio adecuado para el medicamento con el fin de garantizar su reembolso, pero hoy el acceso al mercado tiene más que ver con la aplicación de un enfoque integrado a la hora de tratar con diversas partes interesadas, entre ellas los pagadores, los médicos e incluso el paciente. El factor que todos estos grupos tienen en común es que se centran en los resultados, lo que a su vez determina el valor.
El acceso al mercado adopta muchas formas diferentes según la región, pero en el Reino Unido se está impulsando la política de precios basada en el valor (value-based pricing, VBP) como la nueva ruta para medir el valor frente a los resultados. El verdadero reto para las grandes farmacéuticas reside en que el VBP llegará a otros países a corto plazo, incluso los mercados de precio libre como el de las aseguradoras estadounidenses, están estudiando minuciosamente qué es lo que los medicamentos ofrecen por su precio.

El hecho de que la medición de los resultados juegue un papel tan importante en el acceso al mercado significa que la función de las farmacéuticas no acaba en la prescripción: garantizar que la prescripción obtenga resultados beneficiará al sector. Es aquí donde la adherencia es responsable de la diferencia entre los resultados previstos obtenidos en los datos clínicos y la evidencia posterior a la aprobación observada en el mundo real.
El acceso al mercado empieza por comprender la adherencia
Proporcionar un análisis completo de los factores que llevan a no continuar con un tratamiento y los retos que supone abordarlos está fuera del ámbito de este artículo, pero el punto más importante es que tomar medicamentos de la manera correcta no es responsabilidad exclusiva del paciente sino también del proveedor de atención sanitaria y de otras partes interesadas relacionadas.
Ofrecer más información por sí sola no es la solución para cambiar la conducta y mejorar el seguimiento. Después de todo, basta con pasarse por la entrada de algún congreso de cáncer y ver la increíble cantidad de oncólogos que hay fumando, pese a que todos ellos son perfectamente conscientes del riesgo que esto supone. Con demasiada frecuencia existe una gran diferencia entre los datos objetivos y las creencias de una persona, y eso es lo que hay que abordar.
El punto de partida está en comprender el perfil de un paciente que sigue o cumple un tratamiento. Según mi experiencia, poseen las siguientes características, que pueden verse como un trayecto secuencial:
1.- Están bien informados, no solo acerca de la medicación que toman sino también sobre el impacto que tendrá en ellos (los resultados personales) y cuál debería ser el progreso experimentado.
2.- Se les proporcionan las herramientas adecuadas tanto prácticas como teóricas para que sigan el tratamiento.
3.- El paciente sigue las indicaciones tanto farmacológicas como de otro tipo.
4.- Experimentan de forma positiva tanto el hecho de tomar la medicación como el impacto que tiene en su vida.
En realidad, lo que hemos hecho es definir los requisitos para que un programa de apoyo de pacientes de éxito cumpla sus objetivos y, si lo consigue, también proporcionará la evidencia de resultados adecuada para respaldar el acceso al mercado.
Trabaje sobre la no adherencia y reducirá el coste para el pagador
A veces, el seguimiento se deja a un lado porque se considera una cuestión “demasiado difícil de abordar”, pero la realidad es que hoy se dispone de enfoques que verdaderamente ayudan a definir los factores que llevan a no seguir un tratamiento, y las posibles soluciones. La clave está en comprender la relación entre el paciente, la terapia y el profesional sanitario. Incluso en áreas de peligro para la salud como la oncología, no es raro ver una ruptura de esta relación, que da lugar a que no se siga el tratamiento.
Por eso, todo programa de adherencia de pacientes empieza por comprender las creencias del paciente y las barreras prácticas que impiden el seguimiento a la pauta terapéutica. Una de las principales barreras que se observan a menudo es la diferencia entre la manera de presentar la información y la forma en que los pacientes prefieren consumirla. Vivimos en un mundo en el que consumimos información rápida de la televisión, las revistas y los medios de comunicación social en línea, y no de informes oficiales o enciclopedias, donde se analiza con mayor detalle la forma en que la información de un fármaco se suele presentar en envases y en los sitios web de las empresas farmacéuticas. La información debe presentarse en el formato adecuado y dentro del entorno adecuado para que pueda consumirse y comprenderse fácilmente.
De la misma manera, los proveedores de atención sanitaria (PAS) deben ser conscientes de que proporcionar información sin más no es suficiente. Deben trabajar con el paciente para garantizar que realmente entienden por qué y cómo deben tomar la medicación de acuerdo con las indicaciones, y además han de ser capaces de identificar enseguida a las personas que presentan mayores probabilidades de no seguir el tratamiento. Para hacer todo ello con eficacia, los PAS necesitan apoyo adicional porque trabajan con recursos limitados, lo que representa un área clave de oportunidad para el sector farmacéutico.
Si el paciente y los PAS trabajan juntos en el cumplimiento de la pauta terapéutica, el pagador también disfrutará de los beneficios. Para clasificar este beneficio en cuanto a su valor, basta con echar un vistazo a las diversas maneras en que no seguir un tratamiento tiene un impacto desde la perspectiva del pagador:
* Derroche: fármacos caros que no se utilizan/se eliminan.
* Costes de atención especializada: una mayor hospitalización por no seguir un tratamiento tiene un impacto significativo en la carga de la enfermedad.
* Costes de personal: el tiempo del médico y del asesor resulta caro.
* Resultados insatisfactorios: los fármacos no parecen ofrecer valor.
Los estudios ahora también cuantifican el impacto de la adherencia en la carga de la enfermedad, siendo múltiple el impacto en áreas comunes como la enfermedad cardiovascular y la diabetes.
El sector farmacéutico debe tener en cuenta la adherencia en el desarrollo de medicamentos
Así pues, desde un punto de vista comercial, se presenta un claro argumento a favor de que las empresas farmacéuticas respalden los programas de adherencia de pacientes, pero el impacto en los resultados también ha de tenerse en cuenta mucho antes de que se apruebe un fármaco.
La política de precios basada en el valor utiliza la evidencia del mundo real, no los datos clínicos, como medida básica del valor. En consecuencia, las empresas farmacéuticas deben adaptar la función de los estudios de fase IV/observacionales para que éstos midan más allá de la seguridad de un fármaco una vez aprobado. En su lugar, todo aquello (resultados, niveles de seguimiento, calidad de vida, utilización de recursos, etc.) que se promete en la propuesta de valor del fármaco deberá supervisarse cuidadosamente. Si se observa una desviación, se pueden adoptar soluciones antes de que se convierta en un problema grave para los pagadores. Esto también requiere un cambio en la índole y el tipo de personal que participa en estos estudios, y aumentar la colaboración y la coordinación con órganos externos, como los grupos de pacientes.
Si nos remontamos a las primeras fases del desarrollo, las hipótesis sobre adherencia que son decisivas para el desarrollo, también deben cuestionarse desde una perspectiva de la adherencia. Por ejemplo, estaba previsto que una medicación oral reciente se comercializara a un precio superior al de una versión anterior inyectable partiendo de la base de que aquella conseguiría un mayor cumplimiento pero, sin una evidencia que lo justificara, el rechazo del pagador fue inevitable. En este caso, debe contemplarse la recogida de datos de adherencia en los estudios iniciales para demostrar esta hipótesis. Las tasas de adherencia previstas y su impacto en los resultados deben abordarse en la fase inicial del desarrollo para evitar costosos errores posteriores.
Por último, el sector farmacéutico ha de tener en cuenta el hecho de que, con una política de precios basada en el valor y otros enfoques de evaluación de tecnologías sanitarias, un “sí” no quiere decir que el acceso sea ilimitado. Si los datos del mundo real demuestran resultados peores de lo previsto, el “sí” podría transformarse rápidamente en “no”. Con frecuencia, el cumplimiento es uno de los factores más importantes en el diferencial entre los resultados previstos y los conseguidos en realidad, de modo que el sector farmacéutico debe permanecer atento incluso después de que el pagador haya “aprobado” el fármaco.
Conclusión: mejorar el cumplimiento mejora a su vez el acceso al mercado
El cumplimiento terapéutico juega un papel fundamental en la definición del valor de los medicamentos. Abordar la falta de adherencia puede reducir la diferencia entre la evidencia clínica y los resultados del mundo real, con efectos beneficiosos para el sector farmacéutico, los proveedores de atención sanitaria, los pagadores y los pacientes.
Mediante un mayor conocimiento del impacto del cumplimiento en los datos de resultados y una mayor participación a la hora de abordar la adherencia a través de programas de soporte al paciente, el sector farmacéutico puede:
* Mejorar la evidencia del mundo real para la eficacia y la seguridad de los medicamentos.
* Garantizar una cuantificación más exacta del valor mediante los resultados adecuados.
* Mejorar la reputación corporativa en la comunidad de proveedores de atención sanitaria.
* Aumentar la retención de pacientes.
En una era en la que el sector farmacéutico ya no solo vende fármacos sino que además empieza a suministrar servicios más amplios de atención sanitaria de apoyo, la aplicación de enfoques integrados a la hora de abordar el seguimiento debe ser una prioridad

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