Fuente: miradaprofesional.com
Sigue avanzando el recorte en las cuentas públicas, que ya alcanzó a los aguinaldos de los estatales. En el sector farmacéutico, el "rojo" de IOMA sigue avanzando, y recién se pagaron las dispensas de abril. Crece el temor por un bono para farmacias.
El pago en cuotas del aguinaldo a estatales fue una verdadera bomba que sacudió cada rincón de la provincia de Buenos Aires, y amenaza con volverse un tsunami que arrastre a toda la actividad económica bonaerense. Desde hace un tiempo, el desajuste en las cuentas públicas afecta a casi todos los sectores, y la farmacia no está exenta ni mucho menos. Los atrasos en los pagos de la obra social IOMA es la cara más visible de esta situación que hoy gana la tapa de los medios de comunicación porque afecta a docentes y estatales, pero que hace rato afecta a los farmacéuticos, con moras de más de 100 días para cobrar los medicamentos que dispensan. Acorralado, Daniel Scioli anunció más recortes, un ajuste previsible que contradice las palabras de Albert Einstein, que aseguró de cara al crack financiero de 1929 que "en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". en suelo bonaerense, la imaginación parece cosa del pasado, y el recorte siempre cae sobre los mismos hombros.
El desdoblamiento en cuatro veces del aguinaldo no es el principio de esta crisis, sino su final previsible. Desde hace meses que desde MIRADA PROFESIONAL se viene advirtiendo del "rojo" financiero provincial, que afecta a la farmacia, en especial a aquella que trabaja con IOMA. Señal de esto es la enorme deuda que tiene la administración de La Plata con sus proveedores. Sólo a las empresas que surten alimentos para los comedores escolares, la Provincia les debe 400 millones de pesos, y que puede dejar sin comida a unos 2,4 millones de chicos. Lo mismo sucede con empresas constructoras que hacen obras públicas para la provincia, que hablan de una "paralización" en los pagos (El Cronista Comercial, jueves 5 de julio de 2012).
Pero es en IOMA donde la situación se vuelve insostenible. Desde hace rato que la obra social paga con fuertes atrasos los medicamentos y otras prestaciones. Fuentes del sector admiten que el pago a farmacéuticos "está muy lento, incluso en cuotas". Esta semana, se giró una cuota de lo adeudado a la farmacias, que alcanza el 25 por ciento y corresponde a prestaciones de abril. La situación tiende a empeorar, aseguran, aunque reconocen voluntad en el gobierno.
El caso de la obra social se complicó con la medida de fuerza que vienen llevando los trabajadores desde la semana pasada, cuando el gobierno tomó la increíble medida de descontar el aguinaldo pagado el 20 de junio en los sueldos abonados días después. Desde ese momento, los empleados mantienen un quite de colaboraciones lo que no sólo afecta a afiliados, que no pueden hacer muchos trámites.
En este contexto, el delegado de IOMA Edgardo Bustos confirmó que se hizo una presentación ante la justicia para revertir la situación salarial. "Nosotros percibimos el aguinaldo completo y después nos descontaron del sueldo. Por lo tanto, la presentación judicial la hicimos por la quita que recibimos en el salario mensual", explicó Bustos.
El gran fantasma para las farmacias y los proveedores en general, es un temido bono. Un especie de “Paga Dios”. Ya circulan en la capital provincial la versión de un nuevo bono a proveedores, que se lanzaría en agosto y sería menos atractivo que el de principios de año, cuando la administración de Scioli emitió deuda por 500 millones de pesos. Para el sector farmacéutico, esta medida sería "un golpe de gracia al mostrador independiente", que no podría soportar el peso de la crisis, y quedaría indefenso ante los grandes capitales, que podrían esperar 120 días más de los común para empezar a cobrar. "Más atraso en los pagos, más deuda, equivale a más concentración" dicen los farmacéuticos.
Además, Scioli estableció una serie de recortes para frenar la crisis. En materia de salud, dispuso el recupero por atención de pacientes en el sistema público de salud para quienes ya cuentan con cobertura de obra social, pero la medida no alcanza para recuperar parte de lo que Nación no giró y que tanto necesita Scioli.
Los farmacéuticos se mantienen expectantes por el avance del problema. Son los medicamentos de los bonaerenses los que están en juego, y nadie puede mirar para otro lado. La advertencia hecha nos permite decirlo con autoridad: sin farmacéutico no hay farmacia, y sin farmacia no hay sistema de salud.
Sigue avanzando el recorte en las cuentas públicas, que ya alcanzó a los aguinaldos de los estatales. En el sector farmacéutico, el "rojo" de IOMA sigue avanzando, y recién se pagaron las dispensas de abril. Crece el temor por un bono para farmacias.
El pago en cuotas del aguinaldo a estatales fue una verdadera bomba que sacudió cada rincón de la provincia de Buenos Aires, y amenaza con volverse un tsunami que arrastre a toda la actividad económica bonaerense. Desde hace un tiempo, el desajuste en las cuentas públicas afecta a casi todos los sectores, y la farmacia no está exenta ni mucho menos. Los atrasos en los pagos de la obra social IOMA es la cara más visible de esta situación que hoy gana la tapa de los medios de comunicación porque afecta a docentes y estatales, pero que hace rato afecta a los farmacéuticos, con moras de más de 100 días para cobrar los medicamentos que dispensan. Acorralado, Daniel Scioli anunció más recortes, un ajuste previsible que contradice las palabras de Albert Einstein, que aseguró de cara al crack financiero de 1929 que "en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". en suelo bonaerense, la imaginación parece cosa del pasado, y el recorte siempre cae sobre los mismos hombros.
El desdoblamiento en cuatro veces del aguinaldo no es el principio de esta crisis, sino su final previsible. Desde hace meses que desde MIRADA PROFESIONAL se viene advirtiendo del "rojo" financiero provincial, que afecta a la farmacia, en especial a aquella que trabaja con IOMA. Señal de esto es la enorme deuda que tiene la administración de La Plata con sus proveedores. Sólo a las empresas que surten alimentos para los comedores escolares, la Provincia les debe 400 millones de pesos, y que puede dejar sin comida a unos 2,4 millones de chicos. Lo mismo sucede con empresas constructoras que hacen obras públicas para la provincia, que hablan de una "paralización" en los pagos (El Cronista Comercial, jueves 5 de julio de 2012).
Pero es en IOMA donde la situación se vuelve insostenible. Desde hace rato que la obra social paga con fuertes atrasos los medicamentos y otras prestaciones. Fuentes del sector admiten que el pago a farmacéuticos "está muy lento, incluso en cuotas". Esta semana, se giró una cuota de lo adeudado a la farmacias, que alcanza el 25 por ciento y corresponde a prestaciones de abril. La situación tiende a empeorar, aseguran, aunque reconocen voluntad en el gobierno.
El caso de la obra social se complicó con la medida de fuerza que vienen llevando los trabajadores desde la semana pasada, cuando el gobierno tomó la increíble medida de descontar el aguinaldo pagado el 20 de junio en los sueldos abonados días después. Desde ese momento, los empleados mantienen un quite de colaboraciones lo que no sólo afecta a afiliados, que no pueden hacer muchos trámites.
En este contexto, el delegado de IOMA Edgardo Bustos confirmó que se hizo una presentación ante la justicia para revertir la situación salarial. "Nosotros percibimos el aguinaldo completo y después nos descontaron del sueldo. Por lo tanto, la presentación judicial la hicimos por la quita que recibimos en el salario mensual", explicó Bustos.
El gran fantasma para las farmacias y los proveedores en general, es un temido bono. Un especie de “Paga Dios”. Ya circulan en la capital provincial la versión de un nuevo bono a proveedores, que se lanzaría en agosto y sería menos atractivo que el de principios de año, cuando la administración de Scioli emitió deuda por 500 millones de pesos. Para el sector farmacéutico, esta medida sería "un golpe de gracia al mostrador independiente", que no podría soportar el peso de la crisis, y quedaría indefenso ante los grandes capitales, que podrían esperar 120 días más de los común para empezar a cobrar. "Más atraso en los pagos, más deuda, equivale a más concentración" dicen los farmacéuticos.
Además, Scioli estableció una serie de recortes para frenar la crisis. En materia de salud, dispuso el recupero por atención de pacientes en el sistema público de salud para quienes ya cuentan con cobertura de obra social, pero la medida no alcanza para recuperar parte de lo que Nación no giró y que tanto necesita Scioli.
Los farmacéuticos se mantienen expectantes por el avance del problema. Son los medicamentos de los bonaerenses los que están en juego, y nadie puede mirar para otro lado. La advertencia hecha nos permite decirlo con autoridad: sin farmacéutico no hay farmacia, y sin farmacia no hay sistema de salud.
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