lunes, 20 de junio de 2011

GENÉRICOS: INVESTIGAN SI HAY EFECTOS ADVERSOS

Fuente:diario el país de Montevideo
FEDERICO CASTILLO
El Fondo Nacional de Recursos invierte US$ 48 millones anuales en medicamentos, pero enfrenta cada vez más juicios de pacientes para acceder a originales. Ahora investigará si hay efectos adversos por fármacos que dan a trasplantados.

Una encuesta de la Asociación de Trasplantados del Uruguay (ATUR) reveló hace un mes que el 83% de las personas con trasplantes renales a los que el FNR les cambió medicamentos inmunosupresores originales por copias o biosimilares, padece "graves" efectos adversos.
Vómitos, diarreas, cefaleas y hasta la posibilidad de que el órgano trasplantado deje de funcionar son los síntomas y riesgos que se advirtieron en el estudio.
El FNR no tiene los mismos datos. El presidente del organismo, Enrique Soto, explicó a El País que se hace un seguimiento de todos los pacientes que están recibiendo medicamentos. Lo hacen de forma directa, llamando al paciente, o a través de su médico tratante que eleva informes periódicos solicitados por el Fondo. Y la información no coincide.
"No tenemos los mismos números. También hay que ver si estos efectos son por causa del medicamento o por otros problemas que tenga el paciente vinculados a su enfermedad", puntualizó Soto.
Dijo que los estudios deben tener "rigor científico", que son los que "realmente importan", pero concedió: "no quiere decir que tengamos la razón. Si hay efectos adversos hay que investigarlo y vamos a profundizar en eso. Pero no coinciden con los datos que tiene el Fondo".
Soto subrayó que en el supuesto caso que se detecten problemas, se cambiará el medicamento "inmediatamente".
El tema de los medicamentos originales y sus copias comienza a ser un recurrente dolor de cabeza para el FNR.
Soto justificó, en el caso de los inmunosupresores para trasplantados, que se decide brindar medicamentos biosimilares, más baratos, por dos razones: una es que los laboratorios que los producen están autorizados por el Ministerio de Salud Pública y por la Agencia Europea de Medicamentos y "no se han demostrado" efectos adversos.
La otra razón, asume, es para "abaratar costos". "Ese dinero que estás ahorrando sirve para ampliar la cobertura y financiar otras prestaciones", explicó y dejó planteada una discusión pendiente: "En muchos casos el FNR está pagando medicamentos de alto costo por pocas semanas de sobrevida. Esta es una discusión que tenemos que dar. Si la sociedad tiene que pagar esas pocas semanas de vida, hasta que no existan otros recursos terapéuticos, y no se pague un cardiodesfibrilador a un niño de 8 años. Es el ejemplo de la frazada corta, te tapás la cara y te destapás los pies".
El FNR tiene un presupuesto anual de US$ 160 millones, de los cuales un 30% -unos US$ 48 millones- los destina a financiar medicamentos. En 2005 comenzó a brindar fármacos de alto costo.
"Uruguay tiene una amplísima cobertura de medicamentos de alto costo, que otros países no tienen", resaltó el presidente del FNR.
Sin embargo, son cada vez más frecuentes las demandas de pacientes que buscan acceder a los mejores medicamentos en el mercado para tratar su enfermedad, los que le recetó el médico, que no suelen ser biosimilares.
En promedio el Fondo enfrenta unos 20 recursos judiciales por año para acceder a fármacos para el tratamiento de distintos tipos de cáncer o esclerosis múltiple.
Se podría concluir que los resultados de esos juicios están divididos. La mitad son favorables y la otra mitad no. Incluso hay sentencias favorables al paciente en primera instancia, que luego son revocadas. Todo depende de la mirada del juez.
En un fallo reciente sobre una demanda para acceder a medicamentos originales para el tratamiento de esclerosis múltiple, el juez expresó que si los médicos tratantes entendieron que los medicamentos originales son la "mejor opción terapéutica", la actitud del FNR de no asumir su cobertura, "dándole una copia cuya similar eficacia aún no está científicamente comprobada", constituye una "evidente, patente, manifiestamente ilegítima vulneración a los derechos de los actores".
Soto volvió a defender la postura del Fondo. "Uno tiene que manejar un volumen limitado de dinero y administrarlo de la mejor manera posible. Cuando en el FNR se detecta a través de sus equipos técnicos que hay efectos adversos en algunos de los fármacos, se investiga a fondo".

Los datos de estudio de ATUR

La encuesta de la Asociación de Trasplantados del Uruguay (ATUR) fue presentada hace un mes en el primer congreso de personas trasplantadas que se realiza en Uruguay. Entre los múltiples temas que se abordaron, se hizo referencia a la medicación que reciben del Fondo Nacional de Recursos (FNR). El coordinador del estudio, Jorge Lamela, subrayó que muchos trasplantados habían referido "problemas" con el cambio de medicación que el FNR implementó en el último año. Gracias a la encuesta -realizada en todo el país y en la que participaron 120 trasplantados- se pudo saber que del total de consultados, el FNR le cambió la medicación (suspendió el tratamiento original, por copias o similares) a 63 personas. El 83% manifestó haber padecido efectos adversos tras el cambio. Relataron que tenían vómitos, diarreas, dolores de cabeza. Algunos hasta perdieron la capacidad del riñón y tuvieron que volver a diálisis, dijo Lamela. En cambio, en el grupo que se mantuvo con la medicación original, se observó que el 93% no ha tenido ningún tipo de efectos secundarios. El presidente del FNR, Enrique Soto, dijo que se enteró de estos datos a través de la prensa y aseguró que está abierto a recibirlos para discutir esta información

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