Este es un Blog de la FUNDACIÓN FUNDALEIS-ALTOS ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN EN SALUD. Aquí podrás encontrar información, doctrina, jurisprudencia relacionadas con tratamientos farmacológicos y novedades introducidas por las compañías farmacéuticas
jueves, 4 de junio de 2015
GILEAD APUESTA POR LA ELIMINACIÓN DE LA HEPATITIS C
Fuente: www.wipo.int
Febrero de 2015 Por Catherine Jewell, División de Comunicaciones de la OMPI
Se calcula que unos 185 millones de personas están
infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC); muchas de ellas viven
en países de ingresos medianos y bajos. Conocido como el “asesino
silencioso”, el VHC generalmente no se detecta hasta que se han
producido daños graves en el hígado (cirrosis o cáncer del hígado).
Muchas de las personas que viven con el virus sufren infecciones
crónicas y, hasta hace poco tiempo, necesitaban complejos regímenes
terapéuticos antivirales combinados con interferón y ribavirina,
difíciles de administrar y mal tolerados por los pacientes.
Además, ese tratamiento no está disponible en todos los
países y la mayoría de los pacientes que lo necesitan no lo reciben.
Sin embargo, las innovaciones científicas en la fabricación de fármacos
antivirales han permitido desarrollar terapias más eficaces, seguras y
sencillas, con índices de curación más elevados. La empresa de
investigación farmacéutica estadounidense, Gilead Sciences, Inc.,
ha obtenido recientemente la aprobación de los organismos
reglamentarios de los EE.UU. para comercializar dos nuevos tratamientos
pioneros. Ahora Gilead concentra sus esfuerzos en ampliar el
acceso a esos nuevos tratamientos. Gregg Alton, Vicepresidente
Ejecutivo de asuntos empresariales y médicos de Gilead, comparte su visión de los desafíos que plantea la consecución de ese objetivo.
¿Por qué es importante el nuevo tratamiento del VHC de Gilead?
Las antiguas terapias para el tratamiento de la infección por VHC son
muy tóxicas, difíciles de administrar, mal toleradas por los pacientes
y, por lo general, poco accesibles para los enfermos de los países en
desarrollo. Con los nuevos y revolucionarios productos de Gilead, podemos transformar radicalmente las perspectivas mundiales de curación del VHC.
¿En qué consisten esas nuevas terapias y cómo prevén distribuirlas en todo el mundo?
Nuestro objetivo es suministrar productos innovadores de fácil
utilización y con un elevado índice de curación. Hasta la fecha hemos
creado Sovaldi® (sofosbuvir), que es un medicamento eficaz en el
tratamiento del VHC de los genotipos 1 a 4, y Harvoni®, una combinación
de ledipasvir y sofosbuvir de dosis fija, especialmente eficaz en el
tratamiento de la infección por VHC del genotipo 1. Disponemos también
de un régimen pangenotípico (GS-5816) que se encuentra en la fase III de
desarrollo, que aumentará la probabilidad de curar el VHC en todo el
mundo.
Cuando empezamos a trabajar en un remedio para curar el VHC en 1986,
teníamos un índice de éxito del 6%. Con estos nuevos productos, hemos
logrado que un 94 a 100% de los pacientes con VHC se curen. Ahora
existe una posibilidad real de eliminar la infección por VHC en todo el
mundo, aunque ello exigirá enfoques innovadores de política en materia
de acceso.
En septiembre de 2014, firmamos acuerdos de licencia con siete
empresas farmacéuticas de la India que fabrican medicamentos genéricos
para ampliar el acceso a nuestros medicamentos contra el VHC. Los 91
países en desarrollo cubiertos por los acuerdos representan el 54% de la
población mundial infectada, es decir más de 100 millones de personas.
Esos acuerdos de licencia fueron fundamentales para potenciar la
capacidad de ampliar el acceso a nuestros tratamientos contra el VHC
(véase Negociación de licencias y acceso a los tratamientos contra el VIH: ventajas de una estrategia innovadora).
¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan para ampliar el acceso a los fármacos contra el VHC?
Desde una perspectiva puramente médica, el tratamiento de la
infección por VHC a escala mundial plantea enormes desafíos debido a que
el VHC tiene seis genotipos, cada uno de los cuales requiere un
tratamiento específico. Los regímenes pangenotípicos ofrecen, pues,
importantes ventajas para los países en desarrollo de escasos recursos,
que carecen de la capacidad de diagnóstico necesaria para identificar
los genotipos. El régimen pangenotípico que estamos investigando
(GS-5816), que esperamos esté disponible antes de 2016, puede tratar los
seis genotipos con una terapia similar y con un índice de curación
superior al 90% para cada genotipo. Así pues, este producto ayudará a
los países en desarrollo a superar específicamente las dificultades de
diagnóstico.
El mayor reto político es la financiación. Aunque en Gilead
podemos avanzar mucho en I+D, trámites reglamentarios, desarrollo
clínico y fijación de precios, lo que más necesitamos es el compromiso
de los gobiernos nacionales y de los donantes internacionales para
concretar los proyectos. Se necesitará mucho más que fármacos a bajo
precio para ofrecer a los pacientes la posibilidad de curarse. Para
potenciar el acceso al tratamiento será necesario que las ONG y los
pacientes hagan campaña para obtener financiación y la aplicación de
programas de tratamiento, y que los gobiernos inviertan en la creación
de capacidad nacional en materia de atención de la salud.
En el caso del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la
financiación de donantes internacionales fue un elemento clave para
crear un mercado viable y competitivo para los antirretrovirales (ARV) y
para reducir los precios. Así pues, cabe preguntarse: ¿habrá un
mercado para el VHC? ¿Se observará el mismo nivel de compromiso a nivel
mundial para la lucha contra el VHC? ¿Se obtendrán millones de dólares
de los países donantes para el tratamiento del VHC en los países en
desarrollo? En Gilead no nos quedamos esperando que llegue la
financiación de los donantes. Estamos actuando ya. Es importante que
cada organización nacional haga lo que puede hacer.
Últimas novedades
Desde la realización de esta entrevista se han producido algunos acontecimientos relacionados con el programa de Gilead
relativo al VHC. El 13 de enero de 2015, Sovaldi (sofosbuvir), el
fármaco usado en el tratamiento de la infección por VHC y que había sido
aprobado en los EE.UU. y en la UE, obtuvo aprobación reglamentaria en
la India, el primer país de Asia que aprueba ese medicamento. La
aprobación fue tramitada en apenas cuatro meses, un plazo récord.
El 14 de enero de 2015, Gilead recibió una notificación de
rechazo de la Oficina de Patentes de la India de la solicitud de patente
que la empresa había presentado por los metabolitos del sofosbuvir. La
Oficina de Patentes determinó que los metabolitos del sofosbuvir eran
nuevos e inventivos, pero rechazó la solicitud en virtud del artículo
3.d) de la Ley, que establece que las invenciones que “se limitan a
descubrir una nueva forma de una sustancia conocida que no mejora la
eficacia conocida de esa sustancia” no son patentables. El 21 de enero
de 2015, Gilead presentó una petición escrita ante el Tribunal
Superior de Nueva Delhi. En la petición se afirmaba que, para
justificar el rechazo, no se habían aplicado debidamente las leyes y las
normas pertinentes. El 30 de enero, el Tribunal Superior de Nueva
Delhi emitió la orden de remitir la solicitud de patente de Gilead
a la Oficina de Patentes de la India para un nuevo examen, que tuvo por
efecto la reapertura del caso. La Oficina de Patentes volverá a
examinar la solicitud de patente y Gilead presentará nuevos
argumentos para respaldarla. La empresa considera que esta solicitud, y
las demás solicitudes de patente por invenciones relacionadas con el
sofosbuvir, reúnen los requisitos necesarios para ser patentadas en
virtud de las leyes de la India.
El 26 de enero de 2015, Gilead amplió los acuerdos de
licencia vigentes relativos a los genéricos para el VHC para incluir el
fármaco pangenotípico GS-5816, en fase de investigación. Los acuerdos
ampliados permitirán a los socios indios de Gilead fabricar el
GS-5816 y el régimen de comprimido único de sofosbuvir/GS-5816, una vez
que se haya obtenido la aprobación, para su distribución en 91 países en
desarrollo. En conjunto, esos países representan el 54% de la
población mundial total infectada por el virus de la hepatitis C. La
opción terapéutica pangenotípica sería particularmente ventajosa para
los países en desarrollo, en los que las pruebas de identificación del
genotipo no están disponibles o suelen ser poco fiables.
¿Cuáles son las principales enseñanzas extraídas de la ejecución de su programa de acceso al tratamiento contra el VIH?
Consideramos que el régimen de fijación de precios diferenciados, en
virtud del cual los países pagan en función de su ingreso nacional y
carga de morbilidad, aunado a la fabricación y distribución de
medicamentos genéricos en diferentes países, puede mejorar
considerablemente el acceso a los medicamentos. Esa es la experiencia
que tuvimos con la ejecución del programa de acceso a los fármacos
contra el VIH (que también abarca las terapias para el tratamiento de la
hepatitis B). De modo que ese será uno de los elementos esenciales de
nuestro programa para ampliar el acceso al tratamiento del VHC.
Será preciso colaborar estrechamente con los ministerios de salud de
todo el mundo a fin de recabar su apoyo para obtener la aprobación
reglamentaria para estos productos, establecer directrices para el
tratamiento y elaborar programas de sensibilización sobre la enfermedad.
Estamos dispuestos también a elaborar, en colaboración con las
organizaciones no gubernamentales (ONG) y los gobiernos, programas
específicos para hacer llegar el tratamiento a las personas afectadas
por la enfermedad en los países de ingresos medios.
Nuestra experiencia con el VIH nos ha hecho cobrar conciencia de la
importancia de obtener, rápidamente, la aprobación reglamentaria a nivel
internacional. De poco sirve abordar cuestiones como la fijación de
los precios o el acceso si, en realidad, no podemos vender el producto
en un país hasta que haya sido aprobado. En muchos países, la
aprobación reglamentaria está supeditada a la realización de ensayos
clínicos, lo que puede retrasar hasta tres años la comercialización del
producto. Egipto, que tiene la prevalencia de VHC más elevada del
mundo, decidió suspender los requisitos relativos a los ensayos clínicos
para nuestros fármacos contra el VHC, lo que nos permitió
comercializarlos dentro del año siguiente a la aprobación reglamentaria
en los EE.UU. Esperamos que otros países sigan su ejemplo.
Nuestra estrategia para la obtención de aprobación reglamentaria es
muy transparente. Por lo general, solicitamos la aprobación en los
países en los que podemos tratar al mayor número posible de pacientes
con la mayor rapidez. La carga de morbilidad de un país y su voluntad
de ofrecer un tratamiento a los pacientes son factores importantes que
inciden en la decisión de solicitar aprobación reglamentaria. Egipto es
un excelente ejemplo de un país que ha adquirido el firme compromiso de
tratar el VHC. Juntos hemos podido fijar el precio de Sovaldi en 300
dólares EE.UU. por botella, lo que hace que el régimen de 24 semanas
tenga un costo total de 1.800 dólares. Estamos inmersos en intensas
negociaciones para introducir Harvoni en Egipto. En virtud de los
acuerdos actuales, se tratará a unos 50.000 pacientes antes de que
concluya 2015. Con el tiempo, esperamos aumentar sustancialmente el
número de tratamientos. Además de la aprobación reglamentaria, es
importante educar y formar a los médicos para potenciar el tratamiento.
También convendría contar con previsiones de la demanda mundial para
que Gilead y sus socios fabricantes de genéricos pudieran garantizar el acceso oportuno de los pacientes al tratamiento.
Nuestras alianzas con fabricantes de medicamentos genéricos de la
India, que son expertos mundiales en la química de procesos y cuentan
con un sólido historial de calidad y constancia, son fundamentales para
incrementar nuestra capacidad de fabricación y ayudarnos a lograr
nuestro objetivo de asegurar que la innovación científica de Gilead llegue realmente a los pacientes que lo necesitan.
Los acuerdos de licencia suscritos con nuestros socios que producen
genéricos comprenden la transferencia completa de tecnología, incluida
la de conocimientos especializados en materia de fabricación. Como
empresa innovadora, realizamos estudios de investigación básica para
identificar moléculas y desarrollarlas clínicamente. Los fabricantes de
genéricos con los que nos hemos asociado tienen la capacidad para
fabricar medicamentos de bajo costo y a gran escala. La transferencia
de tecnología les permite poner en marcha la fabricación de productos de
alta calidad, seguros y eficaces, en volúmenes comerciales y con una
cadencia rápida. La alianza también facilita la aprobación
reglamentaria, ya que nuestros socios pueden referirse a la tecnología
de fabricación y a los datos de Gilead. Para reducir aún más
el tiempo que toma a nuestros socios hacer llegar los medicamentos a los
pacientes, estamos concediendo licencias de moléculas que se encuentran
en la fase III de los ensayos clínicos.
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