Fuente: miradaprofesional.com
La aparición de fingolimod, el primer medicamento oral para combatir la esclerosis múltiple, abrió en la Argentina una nueva esperanza para quines padecen esta enfermedad degenerativa. Pero por su valor no será fácil que la droga llegue a todos. Es que el fármaco cuesta más de 22 mil pesos, por lo que hay reclamos de que sea incluido en los planes de cobertura de las principales obras sociales y prepagas.
Hasta el momento, los tratamientos contra la esclerosis eran básicamente inyectables, por lo que fingolimod es un cambio radical en la vida de los pacientes. Hasta ahora, miles de argentinos deben inyectarse a diario las únicas drogas conocidas hasta ahora para tratar de prevenir las recaídas de esta enfermedad neurológica.
Pero el precio de esta droga es un obstáculo para acceder a él. Según fuentes del laboratorio productor, la dosis mensual cuesta unos 22.750 pesos, y por ahora no fue incluido en la cobertura que financia el Estado, como sí lo están los inyectable interferones beta y el Copaxone. El tratamiento mensual es un 10 por ciento promedio más caro de los inyectables, pero la diferencia radica en que éstos últimos son cubiertos por un fondo especial del Estado, que se reintegra a las obras sociales y prepagas.
Igualmente, los especialistas manifestaron que se espera que la droga forme parte pronto del Programa Médico Obligatorio. "Esto abre una nueva expectativa por la calidad de vida cotidiana de nuestros pacientes, ellos viven con cosas del día a día con la droga inyectable que generan problemas que no vienen en los prospectos", explicó Fernando Cáceres, director médico de INEBA.
"Además de la inyección, los chuchos de frío, del cuadro gripal, hay un montón de cosas relacionados, por ejemplo, a la cadena de frío del remedio. Hay drogas que se aplican una, tres, cuatro o todos los días de la semana y si el paciente tiene que viajar tiene que llevarse una heladerita. Esto que parece frívolo no lo es", explicó Cáceres. "En ninguno de estos tratamientos podemos aceptar que los pacientes paguen algo. En el 100 por ciento de los casos la cobertura se hace del Estado o de las obras sociales ya sea porque está en el PMO o por algún recurso de amparo", señaló el especialista.
"Estos medicamentos no entran en la nómina del 40 o 60 por ciento de cobertura. En Argentina, afortunadamente, la EM es considerada una enfermedad de baja prevalencia y alto impacto. Los interferones -tratamiento inyectable- están incluidos dentro del PMO y esta droga, al ser nueva, no está incluida por escrito, pero sí de espíritu", sostuvo el médico. Hasta el momento, los medicamentos existentes eran todos inyectables, "incómodos e invasivos" según los pacientes. La droga abre una nueva perspectiva para los afectados en Argentina, que son entre seis y ocho mil personas.
Cabe recordar que el nuevo medicamento fue presentado a principio de mes, luego de la realización de una serie de estudios complementarios. El tratamiento consta de cápsulas de 0,5 miligramos de fingolimod, que ya fueron capaces de reducir en un 52 por ciento la tasa de recaídas que son características de la enfermedad en comparación con el tratamiento estándar inyectable. La nueva terapia llegó a la Argentina luego de ser aprobada en Europa y en los Estados Unidos.
Edgardo Cristiano, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Italiano, explicó que la nueva droga oral "es un inmunosupresor muy selectivo que actúa sobre determinadas células del sistema inmunológico (los linfocitos T), evitando que ingresen en el sistema nervioso central y causen las lesiones de EM".
Siete centros médicos argentinos, entre ellos el Hospital Ramos Mejía, participaron de los estudios clínicos que evaluaron en alrededor de 2500 pacientes de todo el mundo la efectividad y seguridad de fingolimod.
En la Argentina, la prevalencia de la enfermedad (cantidad de pacientes por cada 100 mil habitantes en una fecha dada), es de 18 enfermos por cada 100 mil personas, lo que da a suponer que hay entre seis y ocho mil pacientes afectados.
Edgardo Cristiano, jefe del Servicio de Neurología y de la sección de EM del Hospital Italiano, dijo que muchas "veces los pacientes y profesionales no tenemos los mismos objetivos".
"Los pacientes privilegian otras cosas, como la comodidad para aplicar el tratamiento y este, al ser oral, puede cambiar la historia de ellos porque habrá menos deserción en el mismo", relató. Y reflexionó: "Es importante que los médicos captemos lo que cada paciente necesita, un tratamiento a su medida".
Sin embargo, los profesionales se encargaron de recalcar que hay pacientes que están acostumbrados al tratamiento inyectable y que, por ende, "no significa que este va a desaparecer", pero que para un gran porcentaje de pacientes la droga oral abre una nueva perspectiva para la vida cotidiana.
La EM es una enfermedad crónica, con frecuencia discapacitante, que ataca el sistema nervioso central, formado por el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. Los síntomas pueden ser leves, como entumecimiento de las extremidades, o graves, como parálisis o pérdida de la visión. El progreso, la gravedad y los síntomas específicos son impredecibles y varían de una persona a otra. No tiene cura, pero sí se puede lograr atenuar el impacto de cada recaída.
La aparición de fingolimod, el primer medicamento oral para combatir la esclerosis múltiple, abrió en la Argentina una nueva esperanza para quines padecen esta enfermedad degenerativa. Pero por su valor no será fácil que la droga llegue a todos. Es que el fármaco cuesta más de 22 mil pesos, por lo que hay reclamos de que sea incluido en los planes de cobertura de las principales obras sociales y prepagas.
Hasta el momento, los tratamientos contra la esclerosis eran básicamente inyectables, por lo que fingolimod es un cambio radical en la vida de los pacientes. Hasta ahora, miles de argentinos deben inyectarse a diario las únicas drogas conocidas hasta ahora para tratar de prevenir las recaídas de esta enfermedad neurológica.
Pero el precio de esta droga es un obstáculo para acceder a él. Según fuentes del laboratorio productor, la dosis mensual cuesta unos 22.750 pesos, y por ahora no fue incluido en la cobertura que financia el Estado, como sí lo están los inyectable interferones beta y el Copaxone. El tratamiento mensual es un 10 por ciento promedio más caro de los inyectables, pero la diferencia radica en que éstos últimos son cubiertos por un fondo especial del Estado, que se reintegra a las obras sociales y prepagas.
Igualmente, los especialistas manifestaron que se espera que la droga forme parte pronto del Programa Médico Obligatorio. "Esto abre una nueva expectativa por la calidad de vida cotidiana de nuestros pacientes, ellos viven con cosas del día a día con la droga inyectable que generan problemas que no vienen en los prospectos", explicó Fernando Cáceres, director médico de INEBA.
"Además de la inyección, los chuchos de frío, del cuadro gripal, hay un montón de cosas relacionados, por ejemplo, a la cadena de frío del remedio. Hay drogas que se aplican una, tres, cuatro o todos los días de la semana y si el paciente tiene que viajar tiene que llevarse una heladerita. Esto que parece frívolo no lo es", explicó Cáceres. "En ninguno de estos tratamientos podemos aceptar que los pacientes paguen algo. En el 100 por ciento de los casos la cobertura se hace del Estado o de las obras sociales ya sea porque está en el PMO o por algún recurso de amparo", señaló el especialista.
"Estos medicamentos no entran en la nómina del 40 o 60 por ciento de cobertura. En Argentina, afortunadamente, la EM es considerada una enfermedad de baja prevalencia y alto impacto. Los interferones -tratamiento inyectable- están incluidos dentro del PMO y esta droga, al ser nueva, no está incluida por escrito, pero sí de espíritu", sostuvo el médico. Hasta el momento, los medicamentos existentes eran todos inyectables, "incómodos e invasivos" según los pacientes. La droga abre una nueva perspectiva para los afectados en Argentina, que son entre seis y ocho mil personas.
Cabe recordar que el nuevo medicamento fue presentado a principio de mes, luego de la realización de una serie de estudios complementarios. El tratamiento consta de cápsulas de 0,5 miligramos de fingolimod, que ya fueron capaces de reducir en un 52 por ciento la tasa de recaídas que son características de la enfermedad en comparación con el tratamiento estándar inyectable. La nueva terapia llegó a la Argentina luego de ser aprobada en Europa y en los Estados Unidos.
Edgardo Cristiano, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Italiano, explicó que la nueva droga oral "es un inmunosupresor muy selectivo que actúa sobre determinadas células del sistema inmunológico (los linfocitos T), evitando que ingresen en el sistema nervioso central y causen las lesiones de EM".
Siete centros médicos argentinos, entre ellos el Hospital Ramos Mejía, participaron de los estudios clínicos que evaluaron en alrededor de 2500 pacientes de todo el mundo la efectividad y seguridad de fingolimod.
En la Argentina, la prevalencia de la enfermedad (cantidad de pacientes por cada 100 mil habitantes en una fecha dada), es de 18 enfermos por cada 100 mil personas, lo que da a suponer que hay entre seis y ocho mil pacientes afectados.
Edgardo Cristiano, jefe del Servicio de Neurología y de la sección de EM del Hospital Italiano, dijo que muchas "veces los pacientes y profesionales no tenemos los mismos objetivos".
"Los pacientes privilegian otras cosas, como la comodidad para aplicar el tratamiento y este, al ser oral, puede cambiar la historia de ellos porque habrá menos deserción en el mismo", relató. Y reflexionó: "Es importante que los médicos captemos lo que cada paciente necesita, un tratamiento a su medida".
Sin embargo, los profesionales se encargaron de recalcar que hay pacientes que están acostumbrados al tratamiento inyectable y que, por ende, "no significa que este va a desaparecer", pero que para un gran porcentaje de pacientes la droga oral abre una nueva perspectiva para la vida cotidiana.
La EM es una enfermedad crónica, con frecuencia discapacitante, que ataca el sistema nervioso central, formado por el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. Los síntomas pueden ser leves, como entumecimiento de las extremidades, o graves, como parálisis o pérdida de la visión. El progreso, la gravedad y los síntomas específicos son impredecibles y varían de una persona a otra. No tiene cura, pero sí se puede lograr atenuar el impacto de cada recaída.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario aquí. El mismo será publicado pero no podrá ser respondido
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.